Una ciudad. Un magnicidio. Una obsesión. La huida del asesino que no pudo matar un sueño de libertad.
Faltan sólo 10 dias… El 25 de noviembre la editorial Seix Barral publicará la última novela de Antonio Muñoz Molina, Como la sombra que se va. El titulo viene de los Salmos: Mis días son como la sombra que se va; y me he secado como la hierba y es la primera novela inspirada en el asesino de Martin Luther King.
El 4 de abril de 1968 Martin Luther King fue asesinado. Durante el tiempo en que permaneció en fuga, su asesino, James Earl Ray, pasó diez días en Lisboa tratando de conseguir un visado para Angola. Obsesionado por este hombre fascinante y gracias a la apertura reciente de los archivos del FBI sobre el caso, Antonio Muñoz Molina reconstruye su crimen, su huida y su captura, pero sobre todo sus pasos por la ciudad. Lisboa es paisaje y protagonista esencial en esta novela, pues acoge tres viajes que se alternan en la mirada del escritor: el del prófugo Earl Ray en 1968; el de un joven Antonio que en 1987 parte en búsqueda de inspiración para escribir la novela que lo consagró como escritor, El invierno en Lisboa, y el del hombre que escribe esta historia hoy desde la necesidad de descubrir algo esencial sobre estos dos completos desconocidos. Original, apasionante y honesta, Como la sombra que se va aborda desde la madurez temas relevantes en la obra de Antonio Muñoz Molina: la dificultad de recrear fielmente el pasado, la fragilidad del instante, la construcción de la identidad, lo fortuito como motor de la realidad o la vulnerabilidad de los derechos humanos, pero cobran aquí forma a través de una primera persona completamente libre que indaga de forma esencial en el proceso mismo de la escritura.
¡Buena lectura!
Artículos sobre este escritor en Aire Nuestro:
Siempre he pensado que es difícil reconstruir con la fidelidad que se requiere con honestidad, cualquier escena o suceso del pasado con la limpidez y la exactitud con que sucedieron los hechos. Parto desde el punto de vista personal y de mi propia experiencia al querer recordar sucesos de mi niñez, o de mi adolescencia, o de mi adultez, o sucesos que viví ayer. Es que la memoria es demasiado frágil y la mente demasiado audaz. O le vamos agregando teorías a los hechos fresquecitos que acaban de suceder, y la mente trabaja hacia adelante con una rapidez que hace cambiar los escenarios e incluso los mismos hechos. Posiblemente eso me suceda sólo a mi, ojalá sea así. Si nos vamos al Derecho y a la Ley, es por eso que siempre un juez requerirá de pruebas y pruebas contundentes, para poder armar, reconstruir un caso equis, y con la evidencia de las pruebas poder llegar a una conclusión y poder dictar una sentencia que castigará un acto equivocado de la conducta humana. Antonio Muñoz Molina, con todo su currículum a cuestas, tiene que ser más que brillante, un genio de las letras, para haber escrito Como la sombra que se va, un título muy real y cotidiano de la vida.
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