PORVENIR de Ángel González
Te llaman porvenir
porque no vienes nunca.
ALBADA
Despiértate. La cama está más fría
y las sábanas sucias en el suelo.
Por los montantes de la galería
…………..llega el amanecer,
con su color de abrigo de entretiempo
…………..y liga de mujer.
(POESÍA VERTICAL V, 55)
Un amor más allá del amor
por encima del rito del vínculo,
más allá del juego siniestro
de la soledad y la compañía.
LA ESPERANZA ES ESA COSA CON PLUMAS
La esperanza es esa cosa con plumas
que se posa en el alma,
y entona melodías sin palabras,
y no se detiene para nada,
y suena más dulce en el vendaval;
y feroz tendrá que ser la tormenta
que pueda abatir al pajarillo
que a tantos ha dado abrigo.
La he escuchado en la tierra más fría
y en el mar más extraño;
mas nunca en la inclemencia
de mí ha pedido una sola migaja.
LA HELADA
Quien fue dañado lleva consigo ese daño,
como si su tarea fuera propagarlo, hacerlo impactar
sobre aquel que se acerque demasiado.
¿QUIÉN SOÑÓ QUE LA BELLEZA PASA COMO UN SUEÑO?
¿Quién soñó que la belleza pasa como un sueño?
Por estos labios rojos, con todo su triste orgullo,
tan tristes ya, que ninguna maravilla pueden presagiar,
Troya se nos fue con destello fúnebre y violento
y murieron los hijos de Usna.
quiero entrar a la boca de la muerte
con la boca abierta
para que nadie sepa quién
se come a quién
EL JUEGO EN QUE ANDAMOS
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.
Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.
CARTA A ARIADNA
He aquí el engaño oscuro perpetrado,
carcoma negra hambrienta del deseo.
Secreto a voces siempre que te veo,
el beso infiel -tan fiel por otro lado.
PRINCIPIO DE LA INDETERMINACIÓN
Como la liebre paralizada frente a la inminen-
cia de los faros.
Frente a un mundo indemostrable, entre el vi-
sionario torbellino del temor y las umbrosas
ruinas de lo transcurrido; frente la exigencia de
tener que incrustar el tiempo en el frágil recinto
del acontecer.