
BARRO
El escenario del mundo era un navío tripulado por los Hombres Barro. Pequeños Ulises mecidos por un fuerte viento y moldeados por un dios estéril. Yo embarqué con ellos y volé mecida por un toque de sirenas y un canto delirante de ballenas que me arrastró al fondo de lo que somos. Barro.
Leer más
