Navidades de Antaño

Con tripas vacías, no hay alegrías. (anónimo) Ocurre a menudo que mi media naranja, acariciándome cariñosamente la barriga, algo voluminosa por cierto, pretende obligarme a seguir una dieta para adelgazar un poquito, pero yo me hago el longuis. Cuando sigue dándome la lata alegando que manduco demasiado, replico que ahora aprovecho la ocasión para satisfacer…

Leer más