Imagínate que vas a estar unas cuantas semanas en una isla desierta. ¿Qué libro llevarías contigo? Piensa en un libro que ha sido muy importante para tí, un libro que ha dejado una huella, ha cambiado tu manera de pensar, te ha hecho soñar, reír, llorar, un libro esencial.
No debería uno contar nunca nada, ni dar datos ni aportar historias ni hacer que la gente recuerde a seres que jamás han existido ni pisado la tierra o cruzado el mundo, o que si pasaron pero estaban ya medio a salvo en el tuerto e inseguro olvido. Contar es casi siempre un regalo, incluso cuando lleva e inyecta veneno el cuento, también es un vínculo y otorgar la confianza, y rara es la confianza que antes o después no se traiciona, raro un vínculo que no se enreda o anuda, y así acaba apretando y hay que tirar de navaja o filo para cortrlo.
Javier Marías con estas palabras comienza su trilogía Tu rostro mañana. Son las palabras de advertencia, un poco desalentadoras pero a pesar de su deseo de callar, nos regala 1300 páginas de una historia extraordinaria, uno de los más ambiciosos proyectos de la narrativa española contemporánea. La novela fue publicada originalmente en tres entregas: Fiebre y lanza 2002; Baile y sueño 2004; Veneno y sombra y adiós 2007. Hoy día la podemos comprar en un único volumen.
El narrador de la novela, es nuestro protagonista que tiene varios nombres Jacques, Jaime y Jacobo Deza. Separado, se encuentra viviendo en Londres y trabajando en BBC. El trabajo le aburre un poco y los libres fines de semana pasa en Oxford en la casa de su ex profesor universitario sir Peter Wheeler. Durante una de las cenas organizadas por el profesor Deza conoce a Betram Tupra, un hombre misterioso y poderoso. Tupra con la ayuda de Wheeler convence a Deza que tenga unas habilidades para leer los rostros de las personas, o sea prever sus intenciones y sus futuros comportamientos. En consecuencia le propone el trabajo en un edificio sin nombre, la sede de los servicios secretos británicos M16. Deza entra en el mundo de los agentes secretos, se convierte en una especie de James Bond en zapatillas. Su trabajo consiste en observar las miradas, los gestos, la indumentaria, leer los rostros de las personas entrevistadas con el objetivo de detectar y adivinar sus acciones en el futuro cercano. Gracias a la pertenencia a este grupo de los privilegiados, Deza accede a un conocimiento del mundo de negocios, espectáculo y política que para la gente común está oculto y fuera de las imaginaciones. Su jefe poco a poco le inocula el veneno de la violencia, el poder y la responsabilidad. Nuestro protagonista asiste a una serie de los acontecimientos desagradables y crueles. Finalmente decide a dejar el trabajo en Londres y vuelve a Madrid para hacer el orden en su vida sentimental, familiar y proteger a su mujer. Sin embargo, la experiencia ganada en Inglaterra le ha dejado una huella. El deseo de infundir pavor en prójimo es más fuerte de sus principios y morales. Deza vuelve cambiado a su ciudad natal, es más fuerte y capaz de hacer las cosas que antes jamás se hubiera imaginado. Se convierte en la sombra de un hombre y le persigue por las calles de Madrid hasta punirlo. Vemos entonces un Madrid de thriller, seguimos los pasos de Deza desde Museo de Prado hasta Palacio Real, cruzando por la Puerta del Sol y la calle Mayor, callejamos entre las estatuas de Cervantes y Larra.
Marías no sería llamado el escritor de genio si se limitara a contarnos solamente una novela de espías. Tu rostro mañana es una novela profundamente ambiciosa donde el carácter filosófico se mezcla con el lúdico. Marías nos ofrece muchos niveles de trama y de tiempo. Sus personajes evocan los verdaderos acontecimientos de la guerra civil española, nos cuentan historias sobre el juego sucio durante la Segunda Guerra Mundial, la caza de los nazis de orígenes judíos y la propaganda. El libro contiene verdaderos ejemplares de los carteles de propaganda, fotos, cuadros, poemas y citas de Lorca, Machado, Shakespeare, Eliot etc. Marías através de las digresiones y el flujo de pensamiento nos lleva en el mundo del cine, la pintura y la literatura. Viajamos en el pasado y en el futuro.
Leer este libro es como montar en una montaña rusa, es un libro que no te deja indiferente, te regala muchas emociones, te hace reflexionar, te hace reír. Sobre todo, te enseña donde puede llegar el ser humano en un momento dado y que pasará después, como puede ver su rostro en el espejo y vivir con el conocimiento de quién o cómo es.
Para mí ha sido un libro esencial, indudablemente lo llevaría conmigo a una isla desierta, no solamente por el hecho que tenga 1300 páginas y me ocuparía el tiempo durante mi permanencia en una isla despoblada pero sobre todo porqué es una obra maestra.
¡Buena lectura!
Ilona Cieniuch