El microrrelato de los viernes: Tres micros de Ana Vidal Pérez de la Ossa

ANA VIDAL PÉREZ DE LA OSSA, Madrid, 28 de febrero de 1974

LA JAULA

A mamá no le gusta que dejemos la jaula abierta. Por si se cuelan pájaros. Desde que se escapó el periquito de Laura y papá intentó atraparlo, chocó con la cómoda donde guardamos los manteles, con la mecedora de la abuela y cayó por la ventana. Cinco pisos. Mamá tiene miedo de que se cuele otro pájaro en la jaula. Echó las cortinas aquel día, cerró las ventanas. Y Laura, cuando mamá no la ve, abre la puerta, la cortina, la ventana. Por si entra el periquito. Por si vuelve papá.

LOS NIÑOS MUERTOS

Sobrevivimos a terremotos, nos batimos en duelo doscientas dieciocho veces al día, buscamos tesoros con viejos mapas borrados hace siglos y matamos a los piratas que se cruzan en nuestro camino. Entre las paredes de esta habitación, la única fatalidad que no nos permitimos es crecer.

OSOFILIA

A mí no me importa si eres incapaz de desabotonarme el vestido, si tus huellas en mi piel parecen surcos, o si me comes los besos con los dientes. Pero es que al final siempre es lo mismo, que tras la carpa de este circo lo nuestro es imposible.