Se fueron al suelo los apuntes rudos
Que advertían noches de ronquidos
Selvas silvestres inducen penínsulas
Distintos reúmas comparecen ágiles
Idénticos a la memoria que no tengo
Y sin embargo acecho con palabreos
Abarrotes de soul hasta que púdicas
Fronteras de paso a los abrevaderos
No asusten a quien tan te enardecía
Salieras o corcho desde una botella
Al ti embutido de iglesia recalificada
Tú pábilo pájaro de camarote púgil
Tambor sostenido azabache filisteo
Tanta oferta de sal y azúcar y ciclón
Sumergido teniente de tempestades
(No te entiendo aproximaba Dylan)
Asilo súbitamente cuando entonces
Algún pasajero proporciona nieblas
Secuestro unicornio y desconciertos
Que sabe el sentimiento lo que sabe
Pero lengua ocupa todas las bragas
Ocurre tan que en cuanto camarote
Estrecha y dilata el horizonte núbil
Acierta a mentir cuando interrogas
La inopia que cada pájaro insemina
Ala sobre dialéctica del hilo ¿beso?
Minutos de trucha que salpica ¡agua!
Con interés paralelo al firmamento
Contraventana de ojos y pestañeos
Cometa que dirige como suele decir
Panfletariamente estas ida y venida
Desde la economía de mi divagación
Porque no acierto en horas oblicuas
Añado intertextualmente que mires
Algunos reflejos o ausencia parecida
A una voz serpiente en los arrecifes
Cierta minucia si tú estás relámpago
Desentenderse del original sonamos
Siempre discurso frente a contratos
Radicales a nombre ondulante amor
Sin faltas de ortofonía provisionales
Armarios desalojados del contenido
Que hasta florece y dura la manzana
Entusiasta porque vienes a comerla
Latina en circunstancias de némesis
Claro éxito del sueño desparramado
En poquémon go surge la letra clave
Por buscarte en la cautela del olvido