El microrrelato de los viernes: Cuatro tweets, cuatro micros

Cuando Penélope vio en sueños a las sirenas, comprendió por qué a Ulises le gustaba hacer el amor atado.

Le dolía la pierna fantasma cada vez que leía novela gótica.

El suicida compulsivo olvidaba siempre la nota de despedida. Acabó por escribir una biografía.

Plantamos un árbol en el jardín, escribimos un libro y tuvimos un hijo. Y ahora el niño ni baja del árbol ni quiere leer.

CARMEN CANO SOLDEVILA (Godelleta, Valencia, 19.11.1956)

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