El microrrelato de los viernes: Dos micros de Inés se turba sola

SIESTA EN EL SÓTANO

Siesta tórrida de Enero. Todos dormían. Abrumados de tedio y calor nos encerramos en el sótano. Ante un mapa desplegado fuimos señalando las zonas que considerábamos que estarían frescas. Nos gustaban las cordilleras y elegimos la de Los Andes para ir recorriendo sus picos. Deslizamos el dedo marcando y nombrando las alturas más notorias. Nos reíamos con algunas confusiones. Cansados ya de tanto transitar por geografías americanas, nos sentamos en el piso y chupándonos los dedos, nos comimos las nieves eternas que habíamos recogido con las manos.

TARDE CON ARQUÍMEDES

Arquímedes llamó para citarme en un café. Me dijo que quería revivir buenos momentos. La ilusión del encuentro se fue cristalizando entre jueguitos de manos, enroscaditas de dedos y carreras de miguitas sobre el mantel. Con esa forma clara de mirarnos, nos fuimos enterneciendo y al promediar nuestra conversación, haciendo uso de esa capacidad tan propia de graficar sus expresiones, tomó una dorada medialuna y me confesó que todo objeto sumergido en el seno de una masa líquida recibe un empuje, de abajo hacia arriba, igual al peso del café con leche desalojado. Taza, platillo y mantel quedaron hechos un desastre.

RICARDO ALBERTO BUGARÍN (General Alvear, Mendoza, Argentina, 1962). Los micros seleccionados pertenecen al libro “Inés se turba sola” (Macedonia, Buenos Aires, 2015).