El microrrelato de los viernes: Dos micros de Marian Peyró

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EFECTOS COLATERALES

Junto con la Declaración de Independencia, el Boletín Oficial de la nueva República recoge la abolición del otoño. Los dirigentes han concluido que no es lógico compartir estación con el Estado opresor. Esto ha generado cierta zozobra, pues aunque los noticiarios se empeñan en avisar de olas de frío lo cierto es que en septiembre aún hace calor. Se imponen multas para quien siga con la vuelta al cole, no haya terminado aún el cambio de armarios u ose salir al campo a por setas. Yo lo llevo bien, solo me angustia si los supermercados habrán hecho ya acopio del suficiente turrón.

MI TIPO

Desde el día que murió su marido, los domingos hace veinticinco kilómetros en bicicleta para ver a Jesús. Al llegar a su casa se ducha y hacen el amor hasta la hora de comer. Comen tranquilos, comentando sus respectivos trabajos. Después, repletos, montan la bici en el coche y él la lleva de vuelta a Madrid. A ella le encanta oírle hablar y sonríe al ver su estómago menearse alegre con sus risotadas. Él la deja en el cementerio y ella se despide con un beso que rebota en sus orondos carrillos mientras se escurre del cálido abrazo de su pecho de oso. Para acallar la punzada de culpa, frente a la tumba de su difunto, riega sus oídos con su piropo preferido: «Estás en los huesos»

MARIAN PEYRÓ (Ávila, 1971)