DISLATE LÚGUBRE
Corazón: bomba de tiempo.
Nuevamente en la sima del no-ser con el hígado en mármol hecho añicos y el nervio óptico entre Dios y el Fuego. Allí abajo -rodando mi pendiente- el lanzazo no bíblico hurgando en la inasible bomba del costado. Acá arriba -subiendo por mis riscos- el tic-tac del cerebro enrutinado en esta sola muerte viva y fija. La madre anciana vela sus imágenes y la casa -matriz para acunarla-. Libros discos epístolas ternísimas amarillándose en su nada casta. Alguna vez la piel de la rutina se dora por la llama inusitada de un espejismo acuoso en el desierto. Pero el ojo vidente de mi águila muerde mi cola de alacrán alerta y todo torna a ser lo que ya fuera. Entonces van Vallejo galopando y el duelo que no acaba en la cuadriga -bajo las riendas del tribuno Mozart- frente al Nerón flamígero Imperator presto a hundirse el puñal de su victoria
ILEANA ESPINEL CEDEÑO (1933-2001 (Madrid 1975). El poema escogido pertenece a El cielo de abajo: La escritura del cuerpo en trece poetas hispanoamericanas (VANDALIA)
