MARIPOSA
La mariposa es un animal instantáneo inventado por los chinos.
SALVADOR ELIZONDO (Ciudad de México, 19.12.1932 – 29.03.2006)
DE LA EDUCACIÓN FILIAL
La señora de Sei, que había enviudado muy joven, adoraba a sus hijos y no permitió que nadie, excepto ella, se pusiera en contacto con los mismos hasta llegar a la pubertad. Cuando los hijos de la señora de Sei llegaron a la pubertad, el mayor se hizo monje anacoreta, el segundo entomólogo y la hija menor fue a dar, luego de ciertos hechos que no vienen al caso, a un burdel donde concedió sus favores a monjes anacoretas y entomólogos.
RODOLFO MODERN (Buenos Aires, Argentina, 22.07.1922 – Buenos Aires, 22.03.2016)
Aire Nuestro 
Dorada ciudad interior
Todas las noches llego a las inmensas puertas de una lejana y dorada ciudad. Apostada a un lado de su entrada hay una estatua negra y sin ojos. Una muda esfinge que, al contrario de la de Tebas, no me hace preguntas para poder entrar. ¡No! Yo debo hacerle las preguntas que ella, infaliblemente, va respondiendo una a una conforme se las voy formulando, hasta que logre encontrar aquella interrogante cuya respuesta la esfinge ignore, para acceder, así, al interior. Las preguntas devienen en larga conversación sobre recuerdos de cosas del pasado: lo que hice hace tres días, dos meses, un año… veinte años; lo que no hice; lo que debí hacer; lo que vi; el dolor que sentí ante la ofensa; lo que dije; lo que no dije; lo que voy a decir la próxima vez que se presente la oportunidad… muy pocas veces hablamos del futuro, y si lo hacemos es por poco tiempo, porque enseguida, algo de ese futuro, nos lleva de vuelta al pasado. En un descuido de la esfinge, empujo las grandes y pesadas puertas, y, por la rendija amarilla, veo a todo el mundo durmiendo desde siempre. El sueño irradia una dorada luz que lo ilumina todo. Entre los durmientes no estoy yo. ¡Falto yo! Entonces, dolorosamente, con pesar, descubro que la esfinge soy yo
Autor: pedro Querales
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