EL NADADOR
Soy el nadador, Señor, soy el hombre que nada.
Soy el hombre que quiere ser aguada
para beber tus lluvias
con la piel de su pecho.

EL NADADOR
Soy el nadador, Señor, soy el hombre que nada.
Soy el hombre que quiere ser aguada
para beber tus lluvias
con la piel de su pecho.
LAS RATAS
Nunca antes
pensé en las ratas. Eran
las grises, melancólicas
nadas de larga cola
que subían
a un horizonte ajeno.
Pozo que estás en vela
igual que un ojo abierto;
solitario y perenne
contemplador de cielo,
el reposo en la noche
para ti no fue hecho,
pobre ojo que miras
inmóvil y despierto
sin párpado que vele
tu cansancio de tiempo.