DESTETE
Cuando el joven lobo, abandonando los pechos de la loba, degüella su primer cordero, hay una sonrisa en las nubes: el mundo sigue obediente, el Edén no vuelve a empezar
NORGE (Molenbeek-Saint-Jean (Bruselas), 2 de junio de 1898- Mougins, 25 de octubre de 1990)

TANGO DEL LOBO
Primero faltó a la cita la niña de la caperuza roja.
Después, un eclipse oscureció la luna y debió morderse el aullido.
Por último, la manada lo declaró nada feroz, por esas gotas de soledad que le apagaban los ojos, y fue desalojado del bosque.
Hoy lame zapatos en la ciudad y en invierno busca el abrigo del sol como una abuela.
EUGENIO MANDRINI (Buenos Aires, 1936)
CAPERUCITA
Con petiverías, pervincas y espicanardos me entretengo en el bosque. Las petiverías son olorosas, las pervincas son azules, los espicanardos parecen valerianas. Pero pasan las horas y el lobo no viene, ¿Qué tendrá mi abuelita que a mí me falte?
ANA MARÍA SHÚA (Buenos Aires, 22 de abril de 1951)
(del MANUAL DEL DISTRAIDO)
El bosque era enorme. Unos pinos altísimos y grises. De lejos vi a la niña que perseguía a un lobo aterrado. Lo juro.
ALEJANDRO ROSSI (Florencia, 22 de septiembre de 1932, México, D.F., 5 de junio de 2009).
¡Qué buenos textos! Si Caperucita supiera …
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