Faltaría decir más o menos en seguida
Que la respiración sostiene tus huesos
Que Eolo te insufla ocarina nostalgia
Desde el ser y el hada de la garganta
Insólito este trapecio insubordinado
Que voy construyendo alegremente
¿No se edificaron oídos automáticos
Después del timbre de la olas del río?
Solar desolado por el frío capitalista
Contemplación sonora de la avaricia
La hipoteca de la poesía es el verso
De la corte de Leonor de Aquitania
Un discurrir infame del músculo leve
Una nomenclatura de gorrión táctico
Faltaría decir más o menos temprano
Aquello del segundo renglón escrito