DESIERTO
Camino despacio por un desierto de piedra y arena. Las formaciones rocosas se retuercen subiendo hasta el cielo, construyen dibujos imposibles. Miro hacia arriba pero no alcanzo a ver el final.
En un claro encuentro un rebaño de turistas tomando el sol. Junto a ellos empollan unas aves gordas, autóctonas, incrustadas en la arena.
Cada cinco minutos un niño turista se levanta con las manos llenas de monedas doradas. El niño turista camina hasta las aves y les llena el buche de monedas. Al parecer es de lo único que se alimentan.
LA PLANTA QUE GRITA
La habitación a la que llego está llena de macetas de diferentes tamaños, colocadas donde debería situarse el mobiliario. Camino hacia la planta que grita, cubierta de flores azules. Los pétalos caen alargados hasta el suelo. En lugar de crecer en tierra las flores brotan del interior de bocas abiertas, crecen tallos fuertes desde las gargantas.
ÉPOCA DE MUDA
Salgo de mi cuerpo para meterme en un cuerpo nuevo. Mi cuerpo antiguo, al que acuno como si de un niño pequeño se tratase, permanece caliente en mis brazos. Hueco. La piel es suave, rosada y tersa. Lo acuno más rápido, pegado a mí, es tan fácil de aplastar como una cáscara. Tanto que temblamos juntos. Mi cuerpo antiguo ya no pesa, como si tan solo estuviera lleno de aire.
MARIANA TORRES (Angra do Reis, Brasil, 1981), de EL CUERPO SECRETO, Editorial Páginas de Espuma (Madrid, 2015).
