
AMABILIDAD EJEMPLAR
MÓNICA SALIÓ PUNTUAL DEL COLEGIO, pero su papá no había llegado aún para recogerla. Alberto, un hombre que solía secarse el sudor de la frente con un pañuelo azul claro, lo que le hacía parecer mucho más mayor de lo que era. aparcó delante de la puerta justo al sonar la campana, pero su hija no salía. Era una pena porque había llevado el Peugeot amarillo que a ella le gustaba tanto..