Poemas escogidos: Marcelo Scalona

ÍCARO

De pequeños olvidos
se hace el olvido
de pequeños recuerdos
otra memoria.
El amor es leve
como una ficción
el olvido tiene el peso
de la muerte.
Dédalus, el juguetero
decía siempre a Ícaro:
hijo, el amor
es como este juguete,
recuerda que el sol
te abrasará con S
no con Z.

Y le entregó dos alas de cera.
.

EL OTOÑO Y YO (fragmento)

Llueve mucho en esta época del año:
el otoño cumple su destino
de matar al verano
y arrastrarlo
a la otra orilla
del mundo.
El otoño es un corazón solitario.

Lo pasa bebiendo esplín
las tardes de domingo
para darse coraje
y seguir buscando
los colores del crepúsculo:
se tarda una quincena todavía
en saturar de bermellones
el horizonte del ocaso.
Mayo es el mejor refugio
de las palabras.

Tiene algo de irreal el paisaje.
Una luz desleída
duermevela,
intervalo, cuando
cesa la fiebre
o el instante
en que la música
se vuelve un rayo
y descubre los rincones.

El otoño es un pecho desnudo,
par de piernas largas
una boca de arroyo
chocolate desborda
las comisuras de ella
en el cine matinée.
Viento y agua en la salida
correr al auto
emblema repetido
de la contingencia.
A menudo
el resuello del estío
pervive una furia asesina
y él la abraza de arrebol
como las hojas
a merced del chubasco.

Los poetas descubren primero el otoño.
Mucho antes que el meteorólogo.
Un estado de ánimo
un rabdomante de la pena.
Linneo, por ejemplo,
empezó con pistilos y corolas
y acabó escribiendo poemas
en las hojas descartadas de los experimentos.

MARCELO SCALONA (Rosario, Argentina, 1962). El primero poema pertenece al libro “EL MAR”, de Alción Editora (2015). El segundo, a “MAPA”, de Alción Editora (2013)