El microrrelato de los viernes: Dos micros de ÉRASE DE UNA VEZ

TEDIO MAÑANERO

Silvano González se murió de sueño después de que su amante, Fuencisla Bernabé, le hiciera el amor cuatro veces seguidas. Él luchó por su vida y por su hombría como el animal que todos sabían que era. Ella, terminada la faena, se sentó en la butaca de enfrente a contemplar las sombras que hacían los pliegues de las sábanas, ya casi amanecido el día. Y allí sigue, que no sabe si despertarlo para que se vaya de una vez o llamar a los de la funeraria y que tramiten lo de siempre.

LOS PLANTONES

En el pueblo siempre decían que no hay novio bueno. Todos lo pensaban salvo la prima Adelaida. Ella, cuando se ponían rancios, los secaba al sol, los pelaba y recogía sus semillas en una palangana de alpaca que había heredado de su madre. Los colocaba entre algodones hasta que salían los primeros brotes y después a la tierra. Y las malas lenguas se tenían que callar la boca, porque había que ver qué buena planta tenían sus cosechas.

ANA VIDAL PÉREZ DE LA OSSA (Madrid, 1973). Los micros pertenecen al libro “ÉRASE DE UNA VEZ”, Ediciones Enkuadres, 2016.

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