CARACTERES
Que alguien huela a perro mojado de vez en cuando es una cuestión de carácter. Ahora bien, no todo el mundo soporta este carácter. Sobre todo, quienes huelen a alcohol (y no, sólo de vez en cuando ni sólo ellos, sino también su aliento). Por lo visto, hiere su sensibilidad. Éste sería el motivo de la disputa que se desencadenó en un tranvía de la línea 6 de Múnich. Al llegar al monumento de Schiller, el revisor obligó a bajar del vagón a los dos implicados en la pelea. En la calle siguieron increpándose uno a otro hasta que intervino un tercero que olía a aceite. Fue tanta la repulsión que les provocó, que salieron corriendo despavoridos cada uno en una dirección.
«¡HURRA! ¡LA VIEJA NO VA A TENER UN NIÑO!»
Por fortuna, mi vecina, una respetable anciana—tiene ya sus setenta y tres años—, no va a tener un niño. Me quito un peso de encima. Ya estaba temblando. Quería recibir en su casa a uno de esos muchachitos holandeses por los que los vieneses se pelean, pues son muchos los que quieren acogerlos durante las vacaciones, pero, como es natural, se ha dado preferencia a las familias en las que alguno de sus miembros habla holandés. Gracias a Dios, la criaturita no sabía ni una palabra de alemán. Una nube de ruido que oscurecía el horizonte y amenazaba con descargar sobre el manuscrito de mi novela ha pasado de largo.
HEIMITO VON DODERER ((Hadersdorf-Weidlingau, 5 de septiembre de 1896 – Viena, 23 de diciembre de 1966)). Los micros seleccionados pertenecen al libro “Relatos breves y microrrelatos”, traducción de Roberto Bravo de la Varga. Editorial Acantilado, 2013.