La obra de Benito Pérez Galdós es, indudablemente, una de las más epatantes, si no la que más, de toda la historia de la literatura española. No sólo por su cantidad y calidad, sino también por su riqueza descriptiva de ambientes y personajes. El valor de su prosa narrativa está sólo al alcance de los más grandes. Sus novelas de época, al margen de sus portentosos Episodios Nacionales, bastan por sí solas —al igual que estos, por cierto— para sustentar, sobradamente, su fama y su más que extraordinaria contribución a las letras hispánicas. Un auténtico «monstruo de la naturaleza», que diría Cervantes.
Sirva el presente artículo para tributarle un modesto y merecidísimo homenaje en el primer centenario de su muerte
Aire Nuestro 
Vale.
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