ASÍ SE DICE: Sobre el dequeísmo de la cosa

No es raro, más bien habitual, escuchar —en debates, tertulias, saraos y demás pandemonios de la cosa audiovisual— a periodistas que sacan a pasear el malhadado dequeísmo. Se escucha hasta de boca de directores de periódicos, lo cual es incomprensible, inaceptable. 

Y es que el dequeísmo ya huele, cual cadáver putrefacto o podrida sardina. 

Dejen de poner «de», a riesgo de cometer queísmo, y destierren por siempre el dequeísmo, please. 

David Baró