
Las greguerías de Ramón Gómez de la Serna, que alguien llevado de un excesivo entusiasmo y no poca simpleza podría equiparar con tuits, son aforismos poéticos de gran ingenio y originalidad, no carentes, además, de singular gracia, fina ironía y humor.
Ahora que el vertiginoso ritmo de los frenéticos tiempos manda, no es necesario leer libros extensos para encontrar grandes citas o pensamientos. Gómez de la Serna nos los brinda en una línea.
Sirvan las que siguen de aperitivo:
Escribir es que le dejen a uno llorar y reír a solas.
Al inventarse el cine las nubes paradas en las fotografías comenzaron a andar.
En los pianos de cola es donde duerme acostada el arpa.
El Pensador de Rodin es un ajedrecista a quien le han quitado la mesa.
El hielo se ahoga en el agua.
La ametralladora suena a máquina de escribir de la muerte.
Los relojes despertadores pueden llegar a producir taquicardia.