Un periodista español pronuncia la siguiente frase: “otras cinco personas no requisaron hospitalización”, en una flagrante e incomprensible confusión entre los verbos requisar y requerir, que es el que se debería haber usado: “no requirieron hospitalización”. ¿Cómo es posible una equivocación de este tipo? El gran problema es que no se trata de un error aislado, sino que, como intentan demostrar los artículos que venimos publicando desde hace meses, es otro más de una larga, interminable, vergonzosa y preocupante lista.

Géneros y tópicos de la literatura grecolatina en la poesía española de vanguardia
Desde: 9,00 € IVA Inc. (+) Más Infos