El microrrelato de los viernes: Un cuento breve de Anatomía sensible

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PATROMONIO DEL TOBILLO

   EJERCE DE BISAGRA entre la meta y el temor a alcanzarla,
lo cual explica la propensión al esguince de esta susceptible
articulación. Su repertorio de lesiones pertenece menos a
la traumatología que a la infancia.
   Defender su patrimonio es tarea colectiva. Esos políti-
cos que se empeñan en ocultarlo jamás obtendrán nuestra
confianza. Aceptamos la austeridad en la gestión del pie,
ya que su uso indebido causa conflictos de orden público.
Pero encubrir el tobillo así, sin más, eso es intolerable.
   Los roces con él entrañan una exquisita perversión: reúnen
coqueteo y recato. Resbalamos hasta detenernos en la coli-
na del maléolo. Este hueso distrae a la mano, induciéndola
a girar a su alrededor.
   Los hay de una blancura inconcebible, cerámicos. An-
gostos en exceso, a medio hacer. Tan gruesos que contra-
dicen ingeniosamente su condición. Pigmentados o sem-
brados por mínimas semillas. Engreídos por la majestad
de su zapato. Avergonzados de sus calcetines. Con tatuajes
que redundan, sutilezas en zona sutil.

ANATOMÍA SENSIBLE

   Las ancianas viandantes son bastiones del tobillo. Cuan_
do las divisamos ahí, pensativas frente a un semáforo, so_
pesando su carga y apilando motivos para seguir adelante,
se requiere un serio esfuerzo de contención para no correr
a abrazarlas. Si hay leyes civiles, si se inventaron las ciudades
y los trazados urbanos y las señales de tráfico y los bolsos
negros y los monederos con trabita metálica, si todavía nos
quedan tobillos paradigmáticos, es gracias a la valentía de
estas ciudadanas.
   De vocación aérea y modestia terrenal, ningún tobillo se
rebaja a la sobreactuación. No reclama focos ni atenciones
cosméticas. Su estilo es literal. A semejanza de un plano capaz
de registrar el tiempo que lo atraviesa, va incorporando
marcas, derrames, daños. Esta etapa final de su andadura
Iresulta especialmente digna de homenaje. Sus dones, más
que nunca, están en tránsito.

ANDRÉS NEUMAN (Buenos Aires, 1955). El cuento seleccionados pertenece al libro “ANATOMÍA SENSIBLE”. Editorial Páginas de Espuma.