
Miércoles, 9 de noviembre de 2022 18h
Moderadora: Valeria Correa Fiz
Las tres hijas del rey murieron de peste negra. El cadáver de la princesa más pequeña fue enterrado en la cripta del palacio junto a su muñeca preferida, a la que llamaba Iseo. Bajo tierra, las dos niñas pasan los siglos hablando en voz baja de duques ingleses muy rubios y de fiestas a las que acudirán, vestidas con el mismo traje. La muñeca se queda dormida a veces. La hija pequeña del rey, muy aburrida, se pregunta entonces por qué esta noche se le está haciendo tan larga.Leer más
EL OTRO
AMI HIJO LE GUSTAN MUCHO LOS ESPEJOS. En eso no nos parecemos. Le encanta mirarse en ellos, palpar su superficie como si tratara de acariciar al niño que tiene enfrente. No sé si a su edad ya tiene conciencia de que lo que está viendo no es más que un simple reflejo de sí mismo. Todavía no habla, no puedo preguntarle.
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Las tres hijas del rey murieron de peste negra. El cadáver de la princesa más pequeña fue enterrado en la cripta del palacio junto a su muñeca preferida, a la que llamaba Iseo. Bajo tierra, las dos niñas pasan los siglos hablando en voz baja de duques ingleses muy rubios y de fiestas a las que acudirán, vestidas con el mismo traje. La muñeca se queda dormida a veces. La hija pequeña del rey, muy aburrida, se pregunta entonces por qué esta noche se le está haciendo tan larga.Leer más
PATROMONIO DEL TOBILLO
EJERCE DE BISAGRA entre la meta y el temor a alcanzarla, lo cual explica la propensión al esguince de esta susceptible articulación. Su repertorio de lesiones pertenece menos a la traumatología que a la infancia.Leer más
LA PECERA
Anoche, al volver a casa, cuando iba a echarles comida a los peces que tengo en la pecera, me encontré con que en la superficie del agua flotaba un extraño objeto. Observándolo con cuidado, comprendí que se trataba de una especie de desvencijada balsa, sobre la que había dos figuritas humanas, una tumbada boca abajo y la otra agarrada a una especie de mástil hincado entre los maderos.
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EL ENGAÑO
Dice Sun Tzu que todo el arte de la guerra se basa en el engaño. Y el escalón supremo es someter al enemigo sin luchar. El engaño conduce a la sorpresa y la sorpresa conduce a la victoria. Quien no sea capaz de engañar y por lo tanto sorprender, nunca logrará sobresalir en el arte de la guerra, de la escritura.
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UN MODELO de Felipe R. Navarro
Estimado Señor Edward Hopper:
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LA MIRADA DE FRIDA KAHLO de Isabel Wagemann
Cuando su hombre no aparece en la cama y ya son demasiadas noches,
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