Hablando del desbordamiento de algunos ríos en España a causa de las fuertes lluvias, un periodista ha presentado la información con la siguiente frase: “El río no deja tregua”. En realidad, son dos las cosas que habría que comentar. Lo primero de todo, evidente a todas luces para cualquier hablante nativo de español, es que el verbo empleado es incorrecto, ya que la expresión se forma con dar, no con dejar. Dar tregua. Es una colocación que no puede alterarse caprichosamente. Que consulten el diccionario Redes de Ignacio Bosque si tienen alguna duda a la hora de combinar las palabras.
Por otro lado, sorprende que un periodista se equivoque precisamente al utilizar esta expresión –y esta es la segunda cosa que quería comentar–, pues se escucha día tras día en los informativos españoles, donde básicamente cualquier cosa no da tregua o bien deja de darla: la erupción del volcán de La Palma no da tregua, el aumento de los contagios no da tregua, la subida del precio de la luz no da tregua, las lluvias por fin dan una tregua, el alza de los precios da una ligera tregua… Parece que no hay otra forma de expresar las cosas que recurriendo cansinamente a ciertas expresiones que acaban por aburrir de tanto ser repetidas. En todo caso, como digo en el título de esta entrega, los errores en boca de los periodistas tampoco dan tregua.

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