Recuerdo porque habito esa sonrisa
De tren demorado en las estaciones
Cuando me impele de abajo al júbilo
El cambio de agujas imprescindibles
Recuerdo porque habito esa sonrisa
De tren demorado en las estaciones
Cuando me impele de abajo al júbilo
El cambio de agujas imprescindibles
Se fue dando aquí cierto electrodo
De ojos acróbatas y sexo rasurado
De los decibelios del apareamiento
¿Cuál me aliviará estremecido ese
Romper de horas extraordinarias
Contra el comunismo de las algas?
Faltaría decir más o menos en seguida
Que la respiración sostiene tus huesos
Que Eolo te insufla ocarina nostalgia
Desde el ser y el hada de la garganta
Eso que Benveniste escribe en los márgenes
Para huir del capricho de la atlética princesa
Contrapendiente de besos sinfónicos latinos
Que pertrecha la ventana de luna inteligente
¡Luz para esos herejes camino de la ermita!
Cada abrazo mengua cuando crece el otro
Propósito insondable de la despedida duda
Mi hermano me contó el sueño que tenía
Pensé en seguida en un helado apoteósico
Bajo los párpados de la gravitación pura
Como mamá temía a los relámpagos
Debajo de la cama escuché el trueno
Trescientos miligramos de éxtasis
Uno a uno en el hueco de las manos
Volúmenes parejos de indiferentes gases
Medidos a presión y temperatura iguales
Incitan al eco del principio de Avogadro
O explicación diatómica de las moléculas
No bien estén borrados los papeles
Entran ganas de volver a escribirlos
A escrutarlos antes de arrojarlos
A cualquier catedral de la basura
¿Qué diferencia insiste entre tú y tú
Aunque falte un borbón en el banquillo?
Uno solo entre los sonámbulos équidos
Que obedecieron a cuantos desocupan
Avec ma gueule de méthèque imploro a mi Basilio unas estrellas sobre el piano masón Lo hago porque asumo el aire comprimido De la verdad secreta entre causas sin edad Y pues que leo a las doce su poesía política Término que oscurece todo entendimiento Y te a costado la argucia del amor de Ainía…
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