TRUEQUE
Hay cincuenta pasos desde su habitación hasta la puerta que da al jardín. Detrás del seto está esa señora tan amable que le regala los cromos. Manolín ha aprendido a no tropezar, a caminar casi a oscuras. En secreto, como ella le aconseja cuando pone un dedo sobre sus labios. Hoy está emocionado porque le va a traer el último cromo, el más difícil, el que no tiene nadie. El lunes llevará al colegio el álbum con la colección completa para darle envidia a los compañeros.
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