Escritores y religiosos son iguales. No pueden permitirse el lujo de resolver el misterio, porque al día siguiente se volverían irrelevantes.
Ese es mi único, inmenso pecado: una conciencia que no me acusa jamás.
La maestría es una aspiración de arrogantes.
Los fieles volverán. Es fisiológico.
También Dios se va sin despedirse.
PAOLO SORRENTINO (Nápoles, 31 de mayo de 1970). Los aforismos encontrados pertenecen a la novela “El peso de Dios” (editorial Stirner, 2019)