El siempre noble sector periodístico suele usar con mucha frecuencia la expresión “sacarse el sombrero”. ¿Sacarse el sombrero de dónde, oiga? ¿De la caja tras comprarlo como un conejo de la chistera? El enunciado correcto y entendible es quitarse el sombrero, lógicamente de la cabeza, como muestra o señal de respeto, admiración o reconocimiento. No es tan difícil como para trabucar los verbos vez tras vez, ¿no? Son otras cosas las que se sacan a relucir. Pues eso.
