La Biblia Políglota Complutense

La llamada Biblia Políglota Complutense, encargada por el cardenal Cisneros a la Universidad de Alcalá de Henares, fue la primera edición impresa en varias lenguas de una Biblia completa. Supone, sin ningún género de dudas, el mayor monumento tipográfico de la España renacentista. 

Para esta gran empresa filológica, se buscaron y compraron códices latinos, caldeos, hebreos y griegos que contenían el texto sagrado. 

Para llevar a cabo tan ímproba labor, se reunió a un brillante grupo de colaboradores: destacados hebraístas, helenistas y latinistas, entre los que estuvo, durante un tiempo, Antonio de Nebrija. 

La impresión se encargó a Arnaldo Guillén de Brocar, cuyo trabajo fue sobresaliente y sirvió de modelo para futuras impresiones de similar naturaleza. 

La belleza de sus tipos, su esmerada estampación, su corrección tipográfica, el destello de su vívida tinta, la precisión y cuidado en cada mínimo detalle… hicieron de ella una auténtica joya bibliográfica. 

La obra se estructuró en seis volúmenes en folio. Los cuatro primeros corresponden al Antiguo Testamento, impresos en hebreo, latín —de la Vulgata—, y griego, en la versión de la Septuaginta, con traducción latina interlineal. 

En el Pentateuco se incluye, además, el targum arameo de Onquelos con su traducción latina. 

En el quinto volumen se recoge el Nuevo Testamento con texto griego y latino, de la Vulgata. Y un diccionario griego-latín. 

El sexto volumen contiene un vocabulario hebreo-caldeo con explicación en latín, un índice de nombres propios y su correspondencia en los tres idiomas y una pequeña gramática hebrea. 

La obra se terminó de imprimir en 1517 (600 ejemplares en papel y 6 en vitela), aunque, debido a diferentes circunstancias —entre ellas, la muerte del propio Cisneros—, no salió a la venta hasta 1521. 

David Baró