El Flamenco y sus origines

El rincón de Antonio Carnabuci

 

EL  FLAMENCO  Y  SUS ORIGENES

FlamencoLas teorias sobre el origen de la palabra “Flamenco” son numerosas, muchas de ellas tienen valor de anécdota.  Por ejemplo se piensa que su origen remonte a las palabras árabes “felag mengu”, que tenían el significado de “campesino fugitivo”, o bien a la palabra “flamante”  o  “flameante”, que indicaba la ropa vistosa y multicolor de los gitanos.  Pero la teoría, quizá más creible, atribuye su origen al comportamiento “rapaz” de los Flamencos que  Carlos V°  había traido consigo a España.  Tal  atributo “rapaz” fue extendido después  a la gente gitana. Más adelante esta palabra perdió su significado negativo y quedó sólo el término puro.

 

El Canto Flamenco   nació en Andalucía y eso puede parecer bastante extraño si pensamos que los gitanos se habían establecido en toda España.

Nació en Andalucía porque en esta región  ya existía  una riqueza de cantos, que se fundió y se amalgamó con el repertorio de los gitanos.

El Flamenco es, por lo tanto, el fruto de dos sensibilidades semejantes, que en este lugar encontraron una atmósfera favorable.  Se puede explicar sólo así la unicidad del fenómeno en esta región meridional de España.

El Flamenco es un canto que exprime el dolor y la angustia del corazón humano frente al destino hostil y adverso.  Protagonista del canto es la “pena”, – “cantando la pena, la pena se olvida”, escribía Manuel Machado, y  esta pena que aplasta y oprime puede ser “pena de amor, de sangre, de culpa o de muerte”.

El “Cantaor” es el intérprete del dolor universal, él modula la voz y rompe las palabras creando mil  vibraciones, y cuando la misma palabra non es suficiente, más bien un obstáculo, se llega al “jipio”, el grito flamenco que representa la cumbre de la tensión interior.   El silencio que sigue es un elemento de extrema potencia dramática, no está establecido, es en todo imprevisto e imprevisible.

El  “Cantaor”, que exprime en su “lamento” una pena general, un dolor, que es el dolor de todos, que cuenta lo que todos sueñan, no puede obrar sólo, tiene necesidad de ser escuchado, seguido, exhortado y tambien frenado si es necesario.   Éste es un encargo dificil, que sólo un público preparado puede  afrontar.

Los personajes que ayudan al “cantaor” son los “cabales”, que hacen sentir su presencia con el “jaleo” colectivo o con el “palmeo”, que alguna vez es más importante que la guitarra.  En efecto algunos cantos como “Saeta”, “Martinete”, rehusan la guitarra, y son llamados por eso “cantos a palo seco”.   Algo de semejante ocurre en la atmósfera del Jazz o del Blues, donde la participación de los que escuchan es contribución necesaria a la creación y a la improvisación.

El primer Flamenco no tenía casi sonido, el ritmo o la cadencia se batía con los nudillos sobre la mesa o con un bastón contra el suelo.  El acompañamiento de la guitarra fue introducido después, cuando se crearon versiones más amplias y completas.

El canto Flamenco está constituido por tres partes, repetidas más veces, que se llaman “tercios”, que no corresponden necesariamente  a una estrofa.  Cada tercio puede empezar con un  ¡Ay! o con un “quejio”  en las canciones melancólicas o con una abertura más vivaz en otras canciones.  Cada ¡Ay! Tiene un significado distinto:

–       puesto al principio sirve al cantaor para calentarse;

–       puesto en el medio sirve para anunciar el pasaje a algo de nuevo;

–       puesto al final sirve para ofrecer una conclusión mejor baio el punto de vista estetico y emocional.

La calidad de la voz tuvo un importancia considerable, durante muchos años el modelo ideal fue la voz “ronca”, se llamaba “afilla” del nombre del cantaor “El  Fillo”, y todos los cantaores se esforzaban en cultivarla con el uso del alcohol.

Las voces femeninas eran apreciadas porque sonoras y melódicas, como aquella de Paquera Treves o de Pastora Pavón, una especie de Maria Callas del Flamenco, conocida con el apodo de la “Niña de los peines”, por los preciosos peines que amaba llevar.   Salvo raros casos los bailaores y bailaoras eran especialistas “cortos”, es decir tenían un repertorio casi siempre limitado a uno o dos bailes.  Las mujeres se exhibían habitualmente en Solares, Alegrías, Fandangos, Tangos,  los hombres se dedicaban al estricto repertorio de Zapateado,  Farruca,  Garrotín,  Alegrías.   Las exigencia del público, siempre en aumento, habían inducido a los artistas a ampliar sus repertorios y a entremesclar los bailes caractéristicos de cada sexo.

El Flamenco se transformó en un espectaculo para un público numeroso, en la segunda mitad del siglo pasado, con la proliferación de “Cafés cantantes”, verdaderos “Templos del Flamenco”, que vieron alternarse sobre sus “Tablaos” artistas excepcionales, cada uno con sus estilos y caracteristicas diferentes.  Al lado de los “Cafés cantantes” nacieron los “Colmaos” o tabernas, donde se reunían los dilectantes en franca competencia con los profesionales.

Los “Cafés cantantes” más famosos son:

Sevilla  :     El  “Café Silverio”, del cantaor Silverio Franconetti, de origen italiana, al cual Lorca dedicó algunos versos en su “Poema del cante Jondo”.

Barcelona :  El  “Café Villarosa”, donde cantaron Pastora Pavón la “niña de los peines”, Rafaela Valverde (la Tanguera), y Concha (la Chicharra), que mientras bailaba a cada movimiento se quitaba una prenda de encima, hasta quedarse en enaguas, que en aquellos tiempos se consideraba una procacidad.

Malaga :   El  “Café de Cinitas”.

Madrid :    El  “Café de la bolsa”  y  el  “Café Unión”, donde desfilaron la flor y nata de los grandes del canto y del baile Flamenco.

La difusión del canto Flamenco en España fue favorecida, sobre todo, por la emigración interior.   Antes de que este fenómeno se extendiera, el canto estaba difundido en una zona del sur, comprendida idealmente entre los confines de Ciudad Real y Murcia a norte  y a este, Portugal y Gilbratar a oeste y a sur, es decir, en un territorio carente de industrias, esencialmente agricolo, donde habían braceros y latifundos.

La immigración interior llevó millares de emigrantes hacia el norte de España, y entre ellos, por supuesto, muchos artistas de Flamenco, que se establecieron en las ciudades más grandes, sobre todo en Barcelona, que fue el centro más importante del Flamenco, cuna de bailaores y bailaoras de fama mundial.

Última reflexión

El baile está considerado,  por los turistas  y también por otras personas,  la atracción mayor del Flamenco, mientras en efecto el baile tiene una función no esencial, sino accesoria.  Si desaparese el baile no se pierde la esencia del Flamenco, mientras si desaparece la voz se pierde todo.

Cantos más comunes y sus características

SAETA: Es un canto en honor de la Virgen y del Cristo gitano.  Es el canto más    conocido por los turistas que asisten  a la procesión del la “Semana Santa” en Sevilla.  Es frecuente que, durante un descanso de la procesión, una voz aguda levante al cielo una invocación lirica, propio como una saeta.  Tiene una extraordinaria semejanza con la llamada a la oración de los musulmanes.  Una anécdota cuenta que la primera oración fue cantada por una mujer, que afligida por el dolor por el hijo condenado a la hoguera, involuntariamente imitó la llamada del Muezzin.

SOLEA: Es una reducción, una canto puro y muy sobrio, comienza y concluye un tema completo en tres versos, donde nada es superfluo:  Exige la presencia de la guitarra que participa profundamente al drama del canto.

SIGUIRYA GITANA:  Refleja muchisimo las costumbres y el ambiente gitano.  Está caracterizada por la presencia de la “pena”, pero trata también temas más leves, como por ejemplo el tema de la amistad y de la compasión hacia otros.

MARTINETE:  Nació al ritmo del martillo sobre el yunque, por obra de los herreros gitanos, que sobre este ritmo obsesivo del martillo entonaban su lamento, que contenía una nostalgia por el pasado y una molestia por el presente.  No necesita acompañamiento de guitarra, ni de manos ni de tacones. En la monotonía exprime su tristeza.  Ejecutarla es dificil y necesita mucho afán.

FANDANGO:  Es quizás uno de los cantos más discutidos, despreciado por muchos, tolerado  y  a veces sostenido por otros.  En origen servía para acompañar el baile, actualmende está confinado entre los cantos menores.

GRANADINA:  Es una canto que deriba del Fandango.  Puede alcanzar notables notas de pureza y de arte, pero sólo con  interpretes particularmente dotados.  Tiene algunas semejanzas con ciertos cantos musulmanes.

MALAGUEŃAS:  Deriba del  “Cante Jondo”. Pertenece al grupo de los cantos del levante.  Trata temas marineros.

RONDEŃAS:  Es una variante del Fandango, una “malagueña” que se ha desarrollado en el territorio de Ronda.

Antonio  Carnabuci

Otra entrada en Aire Nuestro:

En Casa Patas, flamenco en vivo:

[youtube http://youtu.be/3md4xgWRsXw]

Extracto de la actuación del gran cantaor gaditano Manuel de los Ríos «Pititi», en la noche de Casa Patas. Acompañado por Jesús Núñez al toque, El «Sopa», El «Pola» y El «Bardo» a las palmas.
Sábado 12 de Octubre de 2013

Paco de Lucia y Camaron de la Isla – Bulerias

[youtube http://youtu.be/iOvEob7j7qs]